Tu autoestima influye en tu salud física. Aquí te contamos como puedes cuidarla.
Para nadie es un secreto que estar bien implica, necesariamente, sentirse bien. El cómo nos sentimos lo reflejamos a nuestro exterior e influye en todo nuestro entorno, inclusive en nuestra salud física.
La autoestima es el amor propio, el que nos tenemos a notros mismos, el valor que nos damos que a su vez determina también la forma como nos tratamos.
Nuestra autoestima es variable todo el tiempo, unos días está en mejor forma que otros, es por esto que debemos saber cultivarla y cuidarla para que esté saludable, seguro esto nos ayudará a estar bien en muchos otros aspectos de nuestra vida, incluido el aspecto físico.
Es importante comprender y tener en cuenta que la autoestima depende un 100% de cada persona, es algo que tú debes construir y cultivar, nadie más lo podrá hacer por ti. Es por esto que, en punto naturista, queremos compartirles información que es de gran valor para ti y tu autoestima:
- Acéptate, confía en ti: Todo lo que tienes y deseas, lo mereces. Fíjate metas, objetivos y revisa como puedes lograrlo, con qué recursos cuentas para alcanzar esa(s) meta(s). Confía en ti, en tu inteligencia, de ser necesario, acude a tu familia y amigos de seguro ellos será un gran apoyo.
- No te compares: Debemos saber, comprender e interiorizar que cada persona es totalmente diferente, única; cada quien tiene sus propias virtudes, grandezas, su propio brillo (luz interior); eso es parte de nuestro gran valor como seres individuales y únicos. No te compares con nadie, por más que parezca ante nuestros ojos superficiales que es más feliz o ha tenido más logros, no caigamos en la trampa de nuestro mundo actual de querer competir con los demás y desear lo que otros poseen.
- Ten presente tus éxitos: Mirar hacia el pasado a veces es provechoso, como en este caso. Debemos darnos estímulos y aplaudir nuestros propios logros, especialmente aquellos que nos han hecho sentir grandes y que todo lo podemos cuando nos lo proponemos. Echa mano de tus éxitos para recordar que puedes lograr todo aquello que te propongas, que eres grande y valiente.
- Exprésate siempre de manera positiva: Es importante pensar siempre de manera positiva, pero tan importante como el pensamiento son nuestras palabras, como nos expresamos frente a los demás, pero, sobre todo, como nos expresamos para nosotros mismos. Recuerda que la palabra “NO” es asumida por nuestro cerebro de manera negativa. Así que es indispensable empezar a poner en práctica el buen hábito de hablar de manera positiva.
- Tolerancia a la frustración: Es común en nuestro entorno y que la misma sociedad casi que nos exija que debemos estar de buenas todo el tiempo, que nosotros mismo pensemos que todo debe salir bien todo el tiempo. Está bien reconocer y aceptar que en ocasiones podemos tener un mal momento, un mal día, que algo puede salir de una manera diferente a como lo pensamos o lo planeamos. Allí es donde debemos hacer un alto en el camino y recordar quienes somos, lo mucho que valemos, lo vulnerables que podemos ser, pero que aun así podemos salir adelante siempre y cuando nos lo propongamos.
- Seamos justos con nosotros mismos: Muchas veces somos los más severos con nosotros mismos cuando de autoevaluarnos se trata, solemos ser los más severos jueces de nuestros actos o nuestra apariencia. Debemos ser cuidadosos de nuestra autoestima, siendo justos y objetivos con las críticas que nos hacemos a nosotros mismos.